De camino a casa seguía resonando en su mente la música del local convirtiéndose por un momento en la banda sonora de sus pensamientos, miedos, dudas... Su sensación de ser perseguido aumentaba a cada paso mientras se sumergía en calles oscuras y solitarias como él mismo pero no a gusto con ello, así que aligeró el paso como un cobarde con el deseo de llegar cuanto antes a su guarida y esconderse o ignorar al menos por esa noche sus problemas.
Se acostó y aunque con dificultad, consiguió dormirse y anular su consciencia por unas horas.
Alrededor de las nueve de la mañana se despertó con los rayos de sol que entraban por la única ventana de la habitación cegando su mirada. Su mente se activó rápidamente recordándole la noche anterior, su vida, quién era y porqué estaba allí.
Decidió levantarse y bajar a algún bar a desayunar para después llamar a su amiga Sara, la única persona que conocía en esa ciudad y que años atrás había sido algo más que eso. Una relación extraña, difícil, dura, complicada, quizás loca... todo lo que sus circunstancias habían hecho de él en este tiempo, un ser lejos de ser normal, alguien diferente al resto de la gente.
-¿Sí?
- Hola, ¿Sara?
- Si, ¿quién es?
- Soy yo... Martin. Estoy en la ciudad y quisiera verte.
- ¡Martin! ¡Vaya sorpresa! ¿qué haces tú aquí?
- Es muy largo de contar... Me preguntaba si podríamos vernos esta tarde, no conozco a nadie más aquí y bueno... tengo ganas de ver una cara amiga.
- Claro. Yo también tengo ganas de verte Martin. Hace años que no sé nada de ti... ¿Te quedas por poco tiempo?
- No lo sé... ¿podríamos vernos esta tarde entonces?
- Bueno... a las 8 trabajo pero hasta entonces estoy libre.
- Si quieres nos vemos por el centro, no sé... donde te venga bien.
- Vale, ¿a las 6 en el parque?
- Aún no he estado en el centro pero supongo que lo encontraré sin problemas.
- Lo verás fácilmente, es bastante grande.
- Estupendo, ahí nos vemos entonces.
- Venga, ¡hasta luego!
- Hasta luego.
Inevitablemente tras colgar el teléfono comenzaron a venirle a la cabeza imágenes, palabras, momentos vividos con ella... cuando un día Martin y Sara eran dos y "todo" era maravilloso. En su rostro se formó una sonrisa recordando los buenos momentos sin poder casi creerse que aquél chico feliz era él y, sobre todo, sorprendiéndose al descubrir que un día realmente lo fue.
Pensó que debía buscar un trabajo porque el poco dinero que tenía se le iría en unas semanas y se dispuso a recorrer las calles que había andado la noche anterior; esta vez eran luminosas, casi alegres y con vida propia. A la luz del día no se sentía perseguido sino un peatón más de la ciudad. Ésta sensación le entusiasmó y anduvo hasta el mediodía cuando el estómago le dijo que tenía que ingerir algún alimento.
Encontró un restaurante italiano bastante pequeño pero le pareció acogedor y decidió entrar.
- ¿Mesa para uno? (preguntó el camarero que de italiano no tenía niente)
- Sí, por favor.
- Aquí, señor.
- Gracias.
Se acostó y aunque con dificultad, consiguió dormirse y anular su consciencia por unas horas.
Alrededor de las nueve de la mañana se despertó con los rayos de sol que entraban por la única ventana de la habitación cegando su mirada. Su mente se activó rápidamente recordándole la noche anterior, su vida, quién era y porqué estaba allí.
Decidió levantarse y bajar a algún bar a desayunar para después llamar a su amiga Sara, la única persona que conocía en esa ciudad y que años atrás había sido algo más que eso. Una relación extraña, difícil, dura, complicada, quizás loca... todo lo que sus circunstancias habían hecho de él en este tiempo, un ser lejos de ser normal, alguien diferente al resto de la gente.
-¿Sí?
- Hola, ¿Sara?
- Si, ¿quién es?
- Soy yo... Martin. Estoy en la ciudad y quisiera verte.
- ¡Martin! ¡Vaya sorpresa! ¿qué haces tú aquí?
- Es muy largo de contar... Me preguntaba si podríamos vernos esta tarde, no conozco a nadie más aquí y bueno... tengo ganas de ver una cara amiga.
- Claro. Yo también tengo ganas de verte Martin. Hace años que no sé nada de ti... ¿Te quedas por poco tiempo?
- No lo sé... ¿podríamos vernos esta tarde entonces?
- Bueno... a las 8 trabajo pero hasta entonces estoy libre.
- Si quieres nos vemos por el centro, no sé... donde te venga bien.
- Vale, ¿a las 6 en el parque?
- Aún no he estado en el centro pero supongo que lo encontraré sin problemas.
- Lo verás fácilmente, es bastante grande.
- Estupendo, ahí nos vemos entonces.
- Venga, ¡hasta luego!
- Hasta luego.
Inevitablemente tras colgar el teléfono comenzaron a venirle a la cabeza imágenes, palabras, momentos vividos con ella... cuando un día Martin y Sara eran dos y "todo" era maravilloso. En su rostro se formó una sonrisa recordando los buenos momentos sin poder casi creerse que aquél chico feliz era él y, sobre todo, sorprendiéndose al descubrir que un día realmente lo fue.
Pensó que debía buscar un trabajo porque el poco dinero que tenía se le iría en unas semanas y se dispuso a recorrer las calles que había andado la noche anterior; esta vez eran luminosas, casi alegres y con vida propia. A la luz del día no se sentía perseguido sino un peatón más de la ciudad. Ésta sensación le entusiasmó y anduvo hasta el mediodía cuando el estómago le dijo que tenía que ingerir algún alimento.
Encontró un restaurante italiano bastante pequeño pero le pareció acogedor y decidió entrar.
- ¿Mesa para uno? (preguntó el camarero que de italiano no tenía niente)
- Sí, por favor.
- Aquí, señor.
- Gracias.
19 comentarios:
Lo has copiado mal porque cambié algunas cosas que no tenían coherencia. Arrégalo cuanto antes que sino...
Yo que pensé que al publicarlo a estas horas nadie lo leería aún... jaja en fin, buenas noches.
¿John Smith, o Martin? ¿Es eso una incoherencia, o quizás Smith se hace llamar Martin cuando está con Sara?
Eso da mucho juego, una identidad falsa...
En EL POSTE seguimos la historia... que va muy interesante... Hemos hecho una de nuestras promociones en nuestra página... en nuestra linea... Espero que te guste (esto para el inventor de este relato)... bueno y que os guste a todos... espero vuestros comentarios.
Un abrazo.
Nunca subestimes al insomnio, Thuringwethil... Bueno, ya está corregido.
Por cierto, gallipato, si relees el primer capítulo verás que John Smith es un vulgar pseudónimo, una identidad falsa porque está huyendo. Aunque todavía no sabemos de qué, ni quien es realmente Martin/John Smith.
¿Cómo que Martin?? joder, estamos haciendo trampas!!??
(Permitiéndonos estas licencias, ya puedo escribir mi parte...)
O sea, cojo cualquier relato de salidas de emergencia, y cambio los nombres... o ni siquiera eso...
:(
jajaja qué poca imaginación!! A Sara la conoce hace años, ella no tiene ni idea de que ahora se llama John, supongo que se lo explicará al verla...
Inadaptado, aún no lo has corregido pero bueno, tampoco cambian tantas cosas, sólo palabras como "discoteca" por local y algo en el diálogo.
Ala, ahora sí que sí. Copiado y pegado directamente de la página (es que la vez anterior intenté corregirlo a mano).
Estoy con Thuringwethil, en mi aportación dejé claro que John Smith era un nombre falso, así que tenía todo el derecho del mundo de inventarse su nombre verdadero. Al menos ya hemos atado un cabo, que esto va más lento que un cómic de Bendis (y perdón por el chiste friki).
Por cierto, Ceci, también estás en perfecto derecho de utilizar un relato de salidas de emergencia para esto. Es decir, ¿por qué no hacer que Martin y Sara echen un buen polvo? Es un ejemplo, también la pueden matar por el camino si no os cae bien la chica.
Recordad: Libertad artística total
Una pregunta: escribo el relato en mi blog o lo envío por mail a alguna dirección?
Otra pregunta: me toca cuando se acerque al capítulo 15? (para seguir coherente con la numeración y la historia, digo. Por favor, aclarame las dudas acá o en mi blog, gracias!!!
Bien, ahora me he dado cuenta que deja bien claro que no se llama realmente John Smith... ¬¬
La próxima vez prestaré más atención en la lectura en vez de canturrear al son de la radio, lo prometo :/
Crub, pásate por mi página y échale un vistazo a las reglas. Tienes que escribir el relato en tu página cuando te toque el turno. Es decir, hasta dos dias después de que lo haya escrito el anterior. De momento te toca escribir el final, pero si se apuntara alguien más tendrías que indicar quien es el blog que va a continuar la historia. Yo me encargo de publicar todo en este blog.
Libertad Artistica TOTAL, esa frase me agrada...
Saludos, ya quiero comenzar a escribir ... !!!
¡Olé! aparece una hembra. El jueves 11 por la noche publico mi parte.
He puesto en la web de el inadaptado mi petición oficial para participar en el relato. Puede que sea demasiado tarde para entrar, puede que tenga una empanada mental que me impida ver detalles obvios (como el binomio Martin-Smith)... pero bueno, ahí está mi propuesta.
¡Hasta el siguiente capítulo!
Una pregunta en apariencia estúpida ¿es "Martin" sin acento en la "i" o con acento?
Pues resulta que tu pregunta no es nada estúpida. Según Thuringwethil, que a fin de cuentas es la creadora de este fragmento, hay que escribirlo sin acento para que sea factible pronunciarlo tanto "Mártin" como "Martín". Además, así se crean dudas sobre la nacionalidad del protagonista.
Ala, otro misterio más para resolver...
Lo estamos haciendo demasiado fácil. Tengo alguna idea para complicarlo y hacerlo infinito. El problema es que lo complicaría demasiado y lo haría interminable.
Joder, Ceci, me tienes acojonado, que voy detrás de tí... A ver si me vas a matar a todos, o tu parte termina con el fin del mundo o algo así... No me lo líes demasiado, cari, que yo soy muy limitadito.
Personalmente creo que no hace falta hacerlo complicado, sino entretenido, intrigante, que a la gente le guste y que enganche, ¿no?
Por cierto, que yo ya estoy enganchado.
Lo complicado dependerá si me toca escribir en día ocurrente o en día vago...Creo que voy a tender a algo parecido al Código da Vinci...
(en cuanto me lo lea, claro..)
Ya está colgada mi parte.
Publicar un comentario